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Durante los últimos años, he tratado de crear un régimen de reuniones casuales con distintas personas durante el horario de trabajo. A veces se trata de un conocido, ex compañero de clase o de trabajo. Otras veces ha sido un completo extraño al que me interesa conocer.

Para mi es un quiebre en la rutina diaria, pero además es una gran oportunidad para entablar una conversación con alguien que tenga una perspectiva diferente a la tuya, para intercambiar información o experiencias y para discutir sobre el estado actual del mercado o la industria desde una perspectiva diferente a la que tu manejas. La idea es que la reunión resulte ventajosa para ambos, por lo que debes estar dispuesto a compartir y aportar también.

La idea no se me ocurrió a mi, la leí en el blog de Mark Suster y comencé a aplicarla para mi vida. Suster proponía 5 cafés cada semana. Osea alrededor de 250 cafés al año. Imagina el impacto que ese intercambio de información puede tener para tu proyecto o negocio. Por supuesto que no es tan fácil concertar esa cantidad de reuniones, pero cualquier número que elijas será mejor que ninguna.

Si para ti es difícil dejar tu lugar de trabajo por un café regularmente, ponte creativo. Puede ser un café temprano, antes de entrar a tu trabajo, o tal vez compartir un almuerzo en el parque o incluso una cerveza después de la pega (la opción favorita de muchos).

Pero recuerda, se trata de una reunión casual, por lo que no necesita ser planeada o pauteada. Lo mejor será dirigir la conversación hacia posibles puntos de contacto y explorar posibles sinergias. En el peor de los casos perderás media hora de tu día en manos de una buena conversación y un agradable café.

Por lo tanto, si quieres compartir un café, solo escríbeme un correo.

Santiago Henriquez C. Abogado.

Foto: Padurariu Alexandru (CC0)